La epilepsia es un trastorno documentado desde tiempos de Julio Cesar, al que se cree epiléptico. Entonces no se conocía como tal, por supuesto, pero ya se habla de personas con tendencia a sufrir extrañas convulsiones. Otros genios ilustres con esta enfermadad son Dostoievsky, Isaac Newton, Beethoven, Napoleón o Dante Alighieri, lo que muestra su grado de recurrencia en la población. Por eso, desde la Farmacia Soler Miret queremos mirar más de cerca este trastorno.
La epilepsia es un trastorno neurológico crónico que se caracteriza por la presencia de convulsiones recurrentes debido a una actividad eléctrica anormal en el cerebro. Estas convulsiones pueden variar en intensidad y manifestarse de diferentes formas, desde episodios de ausencias breves (pérdidas de conciencia momentáneas) hasta convulsiones generalizadas más severas, que pueden incluir movimientos descontrolados del cuerpo.
Causas y tipos de epilepsia
La epilepsia puede ser causada por una variedad de factores, aunque en muchos casos la causa es desconocida. Algunas posibles causas incluyen:
- Daño cerebral debido a lesiones, infecciones, tumores, o derrames cerebrales.
- Anomalías genéticas.
- Falta de oxígeno al nacer.
- Enfermedades neurodegenerativas.
Por otra parte, existen dos diferentes tipos de epilepsia, y es fundamental determinar cuál es el nuestro para su correcto tratamiento terapéutico. De esta forma, se habla de:
- Crisis focales: Comienzan en una parte específica del cerebro y pueden o no afectar la conciencia.
- Crisis generalizadas: Afectan ambos hemisferios del cerebro y pueden causar pérdida de conciencia, movimientos espasmódicos y caídas.
Tratamiento de la epilepsia
El tratamiento principal para la epilepsia es el uso de medicamentos anticonvulsivos que ayudan a prevenir las crisis. Estos medicamentos no curan la epilepsia, pero pueden controlar las convulsiones en la mayoría de los pacientes. Otros enfoques incluyen:
- Cirugía: En algunos casos, puede ser necesaria si se identifica una región específica del cerebro responsable de las convulsiones y no responde a los medicamentos.
- Estimulación del nervio vago: Un dispositivo implantado que estimula el nervio vago para reducir la frecuencia de las convulsiones.
- Dieta cetogénica: Una dieta alta en grasas y baja en carbohidratos que puede ser efectiva en algunos casos, especialmente en niños.
El tratamiento debe ser personalizado según el tipo de epilepsia y la respuesta individual a los medicamentos. Es importante seguir de cerca el tratamiento con un neurólogo especialista en epilepsia.
Para el manejo adecuado de la epilepsia, es esencial evitar factores desencadenantes como la falta de sueño, el alcohol o el estrés, que pueden aumentar la probabilidad de una convulsión.
¿Qué son los medicamentos anticonvulsivos?
Los medicamentos anticonvulsivos, también conocidos como antiepilépticos, son la base del tratamiento para controlar las crisis epilépticas. La elección del medicamento depende del tipo de epilepsia, la frecuencia de las crisis y las características individuales del paciente. Algunos de los más comunes y efectivos incluyen:
1. Valproato de sodio (Depakene, Depakote)
- Utilizado para varios tipos de crisis epilépticas, incluidas las crisis de ausencia y las convulsiones tónico-clónicas.
- Tiene efectos secundarios potenciales como aumento de peso, problemas hepáticos y temblores.
2. Carbamazepina (Tegretol)
- Eficaz para crisis focales y convulsiones tónico-clónicas.
- Puede causar efectos secundarios como mareos, visión borrosa y cambios en el estado de ánimo.
3. Lamotrigina (Lamictal)
- Usado tanto para crisis focales como generalizadas.
- Tiene menos efectos secundarios graves, aunque puede provocar erupciones cutáneas.
4. Levetiracetam (Keppra)
- Eficaz para crisis focales y generalizadas, con pocos efectos secundarios importantes, aunque puede causar irritabilidad o cambios de humor.
5. Fenitoína (Dilantin)
- Utilizado principalmente para convulsiones tónico-clónicas y crisis focales.
- Los efectos secundarios incluyen problemas de encías, sedación y alteraciones en la marcha.
6. Topiramato (Topamax)
- Eficaz para varios tipos de crisis, incluidas las generalizadas.
- Efectos secundarios pueden incluir pérdida de peso, fatiga y dificultades cognitivas.
7. Clobazam (Frisium)
- Usado principalmente como tratamiento adjunto para crisis epilépticas resistentes a otros tratamientos.
- Es parte de la familia de las benzodiacepinas, por lo que puede causar somnolencia y dependencia si se usa a largo plazo.
Un control adecuado
Lo que hay que tener claro es que la epilepsia no es una enfermedad psiquiátrica. En realidad, escapa por completo al campo de la salud mental. Por ello, se trata de un problema físico provocado por un funcionamiento anormal y esporádico de uno o varios grupos de neuronas.
En este sentido, se tiende a relacionar la epilepsia con las convulsiones. Sin embargo, esto no es siempre así. En realidad los neurólogos han identificado más de 30 tipos diferentes de crisis epilépticas. Por ello es determinante tener un buen diagnóstico y a partir de allí iniciar cuanto antes un correcto tratamiento. Para ello, es importante:
- La elección del medicamento depende de factores como la edad, el sexo, la posibilidad de embarazo y otras condiciones de salud.
- Algunos medicamentos pueden interactuar con otros fármacos, por lo que es fundamental ajustar el tratamiento bajo la supervisión de un neurólogo.
El éxito del tratamiento depende de la dosis adecuada y del seguimiento clínico. En algunos casos, puede ser necesario ajustar la dosis o combinar varios anticonvulsivos para lograr un control óptimo de las convulsiones.
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