Sepsis: la muerte de habitación cerrada

Sepsis
La sepsis ha de controlarse de manera preventiva y con una rápida reacción con antibióticos

La sepsis es uno de esos asesinos silenciosos que siempre espera a las víctimas más vulnerables. Freddy Mercury, enfermo de sida, falleció por una neumonía bronquial complicada por la sepsis. De la misma forma, el Papa Juan Pablo I, el creador de los teleñecos, Jim Henson o el mismísimo Mohammed Alí, que murió por un shock séptico. Desde la Farmacia Soler Miret queremos saber qué es esta terrible infección y cómo se puede combatir.

La sepsis es una respuesta extrema del cuerpo a una infección. Se produce cuando el sistema inmunológico, en lugar de combatir la infección de manera localizada, desencadena una inflamación generalizada que puede provocar daño tisular, insuficiencia orgánica y la muerte si no se trata rápidamente. Es una emergencia médica que requiere atención inmediata.

Su historia viene de lejos. Ya en la Antigüedad, Hipócrates y Galeno describían condiciones similares a la sepsis, pero la entendían como un desequilibrio de los «humores» del cuerpo. En el Siglo XIX, Ignaz Semmelweis descubrió la relación entre la falta de higiene en los hospitales y la fiebre puerperal (una forma de sepsis en mujeres después del parto). Joseph Lister introdujo la antisepsia en cirugía con ácido carbólico, reduciendo infecciones.

A finales del siglo XIX, Louis Pasteur y Robert Koch demostraron que las infecciones eran causadas por microorganismos, lo que ayudó a entender mejor la sepsis. Y en Siglo XX, con el descubrimiento de los antibióticos, especialmente la penicilina en 1928 por Alexander Fleming, el tratamiento de las infecciones mejoró, pero la sepsis siguió siendo un problema grave.

Actualmente, los protocolos para combatir la sepsis son muy estrictos en todos los hospitales del mundo. Ya desde los años 1990-2000 se empezaron a desarrollar protocolos para la detección y el tratamiento temprano de la sepsis, incluyendo la Campaña Sobrevivir a la Sepsis en 2002.

El tratamiento de la sepsis sigue un enfoque rápido y agresivo:

  1. Detección temprana:
    • Síntomas clave: fiebre alta o hipotermia, ritmo cardíaco acelerado, respiración rápida, confusión y presión arterial baja.
    • Uso de escalas como el qSOFA o el SOFA en hospitales para evaluar la gravedad.
  2. Tratamiento inmediato:
    • Antibióticos de amplio espectro: Se administran lo antes posible para combatir la infección.
    • Fluidos intravenosos (solución salina o Ringer lactato): Para evitar la caída de la presión arterial y el shock séptico.
    • Oxígeno y ventilación mecánica si es necesario.
  3. Manejo en UCI (Unidad de Cuidados Intensivos):
    • Uso de vasopresores (como norepinefrina) si la presión arterial sigue baja.
    • Monitorización de órganos vitales y corrección de desequilibrios metabólicos.
  4. Prevención:
    • Vacunación contra enfermedades infecciosas comunes (neumonía, influenza, meningitis, etc.).
    • Higiene y control de infecciones en hospitales.
    • Tratamiento rápido de infecciones para evitar que evolucionen a sepsis.

A pesar de los avances, la sepsis sigue siendo una de las principales causas de muerte en hospitales. La investigación continúa para mejorar la detección temprana y desarrollar tratamientos más eficaces.

Los grupos más vulnerables son aquellos cuyo cuerpo tiene menos capacidad para combatir infecciones, ya sea por un sistema inmunológico debilitado, enfermedades crónicas o condiciones especiales como la edad extrema. He aquí los casos más preocupantes:

  1. Personas con sistemas inmunológicos debilitados
    • Pacientes con cáncer en quimioterapia.
    • Personas con VIH/SIDA.
    • Pacientes trasplantados que toman inmunosupresores.
    • Personas con enfermedades autoinmunes tratadas con fármacos inmunosupresores (como lupus o artritis reumatoide).
  2. Bebés y recién nacidos
    • Su sistema inmunológico aún no está completamente desarrollado.
    • Pueden adquirir infecciones severas en el parto o en las primeras semanas de vida.
  3. Adultos mayores (mayores de 65 años)
    • El envejecimiento reduce la respuesta inmune.
    • Tienen más probabilidades de padecer enfermedades crónicas como diabetes o enfermedades pulmonares.

En definitiva, la clave para reducir el impacto de la sepsis radica en la prevención, mediante vacunas, higiene y tratamiento oportuno de infecciones, así como en la detección temprana, para administrar antibióticos y soporte médico lo antes posible. La educación sobre los síntomas y la importancia de actuar rápidamente puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte en muchos casos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *